Un gran reto en la universidad: que los profesores dejen de enseñar

Por: Carla Olivieri | Presidenta del Directorio, UPAL

Cuando mis gemelas tenían 9 años, les conté que su papá iba a dictar un curso de marketing, y me dicen “¿Las 4 Ps?”. Morí de risa de ver a dos enanas hablarme de las 4P.  Pero más helada me quedé cuando me dijeron que eso lo aprendieron en 3er grado en un proyecto de fin de año. Entonces, mi mente inquieta, quiso conocer cómo fue este proyecto.

El objetivo era recaudar fondos para un orfelinato y, para ello, cada grupo de 5 niños, debía elegir dos productos que vender en el bazar escolar. Los grupos competían entre sí y el que más fondos recaudaba ganaba. Como requisito, debían registrar los gastos y fijar un precio que les dejara una ganancia.

Bueno, estos niños de tercer grado obviamente no llevaron cursos de política de precios, de investigación de mercados, de trabajo en equipo, de manejo de conflictos, de planificación, negociación, etc. Lo que sí tuvieron fue un reto que los movilizó y una super facilitadora que les dio algunos conceptos básicos y los guió para que ellos mismos fueran descubriendo qué debían hacer. 

Investigaron en internet opciones de productos navideños, vieron videos de cómo confeccionarlos; encuestaron para decidir qué tendría demanda; hicieron su lista de compras, calcularon a cuánto debían vender para generar ganancias; se organizaron para trabajar en alguna casa, se pelearon una y otra vez hasta que poco a poco fueron encontrando un estilo de trabajo y lograron finalmente su objetivo.

Eso, es formar por competencias; es decir – no solo dotar a los alumnos de conocimientos sino que – además, desarrollar habilidades; que es tan importante para los futuros profesionales, ya que el conocimiento puede cambiar con el tiempo, pero son las habilidades las que nos permiten adaptarnos y seguirle el ritmo al cambio aportando valor. 

En mis más de 20 años en educación superior, siempre he batallado con profesores que piden más horas para sus cursos o directores pidiendo más cursos para sus mallas curriculares.

Lo entiendo, porque la mayoría de nosotros hemos aprendido bajo un formato en que el profesor viene a “enseñar” una serie de conceptos y conocimientos – es decir, viene a vaciar contenido en los alumnos con algo de participación en clase.  Sienten que es su responsabilidad hacerlo por medio de la transmisión de información: la exposición.

Sin embargo, ningún alumno debe venir a la universidad para que se le llene de información. Para eso existe Google.

Debemos movilizar el conocimiento diseñando experiencias de aprendizaje a través de retos, dilemas, situaciones buscando que los alumnos descubran y construyan conocimiento en lugar de que todo se lo demos masticado. 

El docente no es solamente un vasto conocedor de conceptos sino un artista en el diseño de sus clases.

Personalmente, la formación por competencias me encanta porque: (1) Empodera al estudiante para que descubra dentro y fuera de clase los conceptos de sus materias. (2) Desarrolla habilidades blandas, tan valoradas por las organizaciones. (3) Cómo una clase bien diseñada genera placer por aprender, alta motivación y una conexión interesante con el profesor que facilita y fomenta el aprendizaje y las ganas de aspirar por más.

El gran reto es cambiar el “chip” de los docentes: De “enseñar” todo lo que define el sílabo a asegurarse que los alumnos “aprendan” los temas del sílabo. 

No es lo mismo. 

“Enseñar”, implica replicar conocimientos. Lograr que “aprendan” se centra en el estudiante, retándolo y engancharlo con el curso y su propio proceso de aprendizaje; y en el proceso desarrollando competencias que los harán altamente empleables.

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Ronald Valdivia Lau - Defensor Universitario

Abogado Senior con especialidad en Derecho Civil, Derecho Corporativo y Derecho Administrativo Sancionador. Candidato a Maestro en Educación y en Derecho de los Negocios. Estudios de posgrado en Universidad ESAN y Universidad de Piura. Cuenta con más de 12 años de experiencia en el sector público y privado. Se ha desempeñado como Jefe de la Secretaría General de la Universidad Alas Peruanas, Funcionario y Consultor de Instituciones Públicas como el Ministerio de Educación, Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana, Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria – SUNEDU e Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual – INDECOPI. Asesor de diversas empresas en el sector comercial, importaciones y educación. Actualmente ocupa el cargo de Director Legal de la UPAL y, desde el 01 de setiembre del presente año, fue designado como Defensor Universitario.